La nueva normativa sólo permite instalar calentadores de gas estancos. 

EL pasado mes de abril de 2021 finalizó la moratoria de cinco años que marcaba la disposición transitoria del Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE), por lo que desde dicha fecha está prohibido instalar calentadores de gas de cámara abierta   (atmosféricos) y sólo se podrán instalar calentadores estancos.

 

¿Tengo que cambiar mi calentador?

Las personas que tengan instalado en su vivienda un calentador de cámara abierta no tendrán que sustituirlos. Ahora bien, en el momento que, por la razón que sea, deban sustituirlo, sólo encontrarán en el mercado calentadores estancos, ya que los modelos  de cámara abierta no se pueden comercializar.

En cuanto a las nuevas promociones de vivienda, todas están obligadas a instalar calentadores estancos, sin excepciones.

 

Razones medioambientales y de seguridad

 

Las principales razones de la normativa es que los calentadores estancos son menos contaminantes y, por lo tanto menos dañinos para el medio ambiente, pero también para la salud humana. Además, son mucho más seguros.

Desde el punto de vista medioambiental, los calentadores estancos reducen las emisiones NOX (óxidos de nitrógeno), gases muy contaminantes y nocivos para la salud, con las siguientes consecuencias:

Destruyen el ozono estratosférico.

Contribuyen a la formación de ozono en las capas bajas de la atmósfera, que es uno de los elementos que forma la niebla fotoquímica (smog) y que causa el efecto invernadero cuando reaccionan con los compuestos orgánicos volátiles.

Causan lluvia ácida, al convertirse el NO en ácido nítrico al entrar en contacto con la humedad.

Son gases muy tóxicos para el ser humano, especialmente el NO2, en el caso de que sea inhalado.

Además, son calentadores mucho más seguros. Captan  el oxígeno directamente del exterior a través de un tubo con ventilador, realizan la combustión en una zona aislada, y después expulsan los gases quemados resultantes al exterior, con el mismo ventilador, de manera que evitan que se pueda producir una fuga de gases.

 

Otras ventajas de este tipo de calentadores

 

Los calentadores estancos son más pequeños y ejercen un control de la combustión más preciso, lo que no sólo reduce  las emisiones de gases nocivos, sino también el consumo de gas y agua, hasta un 35% con respecto a los calentadores tradicionales.

También supone una reducción del consumo de gas ya que su encendido es instantáneo y sin la presencia de llamas.

Además, al ser más pequeños, no tomar aire de la sala en la que están instalados y realizar la combustión en un compartimento específico y aislado, los calentadores estancos pueden colocarse en lugares más pequeños y con menos ventilación, aunque sigue siendo necesario que estén a cierta distancia de los fuegos de la cocina.

Por último, este tipo de calentadores permiten la selección precisa y digital de la temperatura de salida del agua, con lo que la temperatura del agua es mucho más estable, y de este modo proporcionan un mayor confort.